Los avances tecnológicos han mejorado en gran medida el acceso mundial a la educación y a la información en general, pero su influencia va ahora más allá del ámbito de la distribución.Bethany GreenwoodGroup Head of Specialty Risks
Los recientes avances tecnológicos están dictando los requisitos de los planes de estudios del futuro a fin de garantizar que la mano de obra esté formada digitalmente para hacer frente a la evolución de los mercados laborales y a la sustitución paulatina de empleos manuales por otros más centrados en la tecnología.
El alcance y la finalidad de la educación también están cambiando, ya que el empleo a largo plazo en una única carrera profesional está disminuyendo y el trabajo poco cualificado se está sustituyendo cada vez más por la automatización. La mejora de las capacidades y el reciclaje profesional para ayudar a los trabajadores a adquirir nuevas competencias será un factor clave para paliar los niveles potencialmente elevados de desempleo y fomentar una sociedad socioeconómica menos dividida en el futuro.
Por encima de los 25 años, el porcentaje de personas que participan en la educación activa desciende significativamente, del 84 % al 45 %, según los cálculos del Informe Global sobre Capital Humano 2017 del Foro Económico Mundial. Las entidades públicas y privadas deben mejorar su comprensión del ciclo de vida laboral y de empleo típico para identificar cuándo es probable que las personas necesiten actualizar sus capacidades. Los recursos necesarios para facilitar el aprendizaje continuo requieren la colaboración entre los sectores público y privado, así como la inversión de las empresas en una formación más especializada.