Divulgación involuntaria de datos

El uso generalizado de las redes sociales y de las cámaras de los teléfonos inteligentes puede dar lugar a que un empleado comparta datos confidenciales, como información sobre un paciente sanitario.

El uso de proveedores de servicios externos con fines administrativos puede dar lugar a que el proveedor exporte archivos que contengan una recopilación de datos confidenciales, como nóminas de empleados o documentos fiscales. Un empleado puede compartir accidentalmente el archivo con el destinatario equivocado.

Evalúe y clasifique sus datos en función de su nivel de confidencialidad. Establezca procedimientos que protejan y aseguren el manejo de sus datos confidenciales, incluida la asignación de permisos basada en el principio del menor privilegio (especialmente con funciones que den acceso a todos los datos, o para funciones que permitan descargas masivas de datos).

Establezca una política de redes sociales. Forme a sus empleados sobre los riesgos relacionados con las publicaciones en redes sociales que puedan divulgar información confidencial, especialmente a los empleados del sector sanitario. A medida que la IA se generalice, establezca normas para restringir lo que se puede compartir a través de herramientas como ChatGPT.

Los empleados deben recibir formación sobre cómo garantizar que los datos confidenciales, incluidos los registros en papel, se almacenan de forma segura cuando terminan su jornada laboral. Los puestos de trabajo deben cerrarse con llave cuando el empleado se marche, para evitar que cualquier persona cercana pueda acceder sin autorización.

Los empleados con poco tiempo son los más propensos a cometer errores, como coger varias hojas de papel en lugar de una, enviar un correo electrónico a un destinatario equivocado o no verificar la información de un paciente.